Ciro Granados, Periodista

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El Salvador

viernes, 19 de diciembre de 2008

¿Quieres que tu hijo sea un exitoso guerrillero?


Es posible que a El Salvador le suceda lo que al Israel bíblico, cuando tuvo que morir toda una generación para que la descendencia pudiera entrar a la Tierra Prometida.
Bajo ese concepto, aquí tendrían que desaparecer quienes hicieron y sufrieron la guerra --o por lo menos estar tan viejitos que no tengan influencia-- para que la sociedad comprenda el lenguaje simbólico del mapa hacia el tesoro del desarrollo.
Es decir, se avanzará realmente cuando decidan los que nacieron ya en la era del Internet.
Para los demás, los que nacimos antes de mediados de los años 90, nos queda lidiar con el "concierto de los macacos" actual, esa cultura tribal y aldeana cuyas raras excepciones casi siempre son opacadas por el grito de la bestia y del primitivismo, hijos insanos del pasado conflicto armado y sus alrededores cronológicos.
A los pocos que no somos parte de esa tribu nos queda la enorme responsabilidad de invertir en las futuras generaciones, de generarles la mejor calidad educativa, de proveerles los valores que necesitarán en un mundo altamente competitivo y por tanto muy susceptible a las tentaciones antiéticas, de brindarles las claves de la fortaleza emocional para no amilanarse ante los golpes de la vida... de criarlos con una visión donde la violencia sea uno de grandes errores a no repetir.
Y en esa lucha debemos poner nuestro tesón cotidiano, nuestra efervescencia emotiva y nuestra solidez de argumento para convencerlos.
Es natural que todos los padres deseen que sus hijos tengan una mejor vida, que no sufran lo que ellos sufrieron, que gocen de los bienes que para ellos fueron carestía, que se eduquen más, que tengan más dinero... en fin, que sean más felices.
Por eso es que me sorprende y entristece ver escenas como las de El Paisnal, municipio de San Salvador, donde unos púberes aparecen en una foto vestidos con uniformes de la milicia guerrillera, con armas que parecen de juguete, conmemorando a un tal comandante Dimas.
¿Y cuál es el mérito del comandante Dimas? ¿Haber creado escuelas? ¿Haber salvado vidas con sus manos de médico? ¿Haber enseñado valores? ¿Constructor tal vez? ¿Maestro? ¿O es que era bueno para matar soldados, poner bombas o sembrar minas?
Debemos ser extremadamente cuidadosos con las personas que tenemos como héroes. Por una simple razón: los héroes determinan el ideal a seguir, con base en las acciones en las cuales han destacado.
Y mucho más con quienes les proponemos como ejemplo a nuestros hijos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JEJEJE.............Uta nadie viene aqui................

 

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