El mágico juego del periodismo

Me decía cierto día Gumersindo Lafuente que el nombre de su publicación era un tipo de juego. Algo divertido en el que participaban como cómplices junto a los lectores. Porque www.soitu.es no me sonaba a cosa conocida.
Días más tarde, en una soleada tarde veraniega de Madrid, tuve el gusto de conocer a Gumersindo en persona.
Ya sabía yo de sus andanzas con el periodismo digital; ya sabía yo de sus empeños por sembrar la semilla del futuro en la conciencia de los periodistas... y para eso basta buscarlo en Google o de tener contactos con la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI, hija directa de García Márquez). Pero en persona, a pesar de madrileño, es un tipo que no se anda con aspavientos.

—Pues mira, me interesa saber lo que haces, porque eres un maestro en periodismo digital.
— Nada hombre, qué maestro... simplemente tengo más experiencia —me dijo sin un asomo de falsa modestia.
A medida transcurrió la conversación, era evidente que a Gumersindo no le gusta darse el sitio que tiene.
Acabo de darme cuenta que su periódico, soitu, que sigue sin tener un significado conocido para mí, ganó uno de los más prestigiosos premios que otorgan al periodismo digital en Estados Unidos.
Con este reconocimiento, www.soitu.es se pone a la altura de The Washington Post, The New York Times, CNN y Usatoday.
—Lo más importante es diferenciarte de los demás —dijo aquella tarde Gumersindo, mientras el sol de Madrid se trasladaba al Nuevo Mundo.
Hoy, desde el nuevo mundo se le reconoce el esfuerzo a este periodista que insiste en que no es un maestro, pero que con sus hechos demuestra lo contrario.