A pesar de lo que algunos opinen, Mauricio Funes no está en discrepancia con la dirigencia de su partido por lo menos en el tema de la dolarización.
Lo que este día recogen algunos medios es la parte menos profunda del mensaje que ayer dio el candidato de los efemelenistas en el encuentro de los empresarios (IX Enade).
A Funes, en el intento de ponerlo a pelear con la cúpula, se le ha colocado en una postura diferente a la sostenida por el coordinador general de los efemelenistas sobre la duración del dólar como moneda de curso legal.
Eso era una percepción que debería haberse desvanecido ayer antes de las 5 de la tarde.
Porque ante los empresarios Funes dijo de manera firme: “...No obstante, estoy convencido que en estos momentos el costo de desdolarizar el país es mayor que el de mantener el dólar como moneda de curso legal. Por eso insisto en cerrar este debate y no dejar ninguna duda que mientras el análisis del proceso económico de nuestro país no nos indique otra cosa, la dolarización se mantendrá”.
¿Cuál diferencia de discurso con los dirigentes de su partido? Ninguna ¿Cuál discrepancia? Ninguna. Están hablando el mismo idioma.
Porque en la entrevista del semanario digital El Faro, Medardo González, coordinador general del FMLN, había sostenido lo mismo.
“El asunto práctico es que si el FMLN hace gobierno con Mauricio Funes, eso es en seis meses, y hay que llegar no con posicionamientos teóricos proyectivos, sino con posturas claras y en ese sentido nosotros estamos convencidos de que no podemos llegar el primero de junio y Mauricio Funes decir ese día: “Señores, afuera el dólar y aquí viene el colón”, porque resultaría que en este caso la medicina resultaría más terrible que la enfermedad. Claro que nosotros creemos que el análisis de la situación para poder en ese gobierno o en un siguiente –seamos gobierno o no- nosotros propondríamos de todas maneras que el siguiente gobierno logre restablecer nuevamente el colón como moneda nacional, no por razones de nacionalismo o de soberanía, sino simplemente por salud fiscal. Podría ser en el cuarto año o en el quinto año, claro que se puede impulsar un asunto de ese tipo… Lo que quiero decir es que no se puede llegar el primero de junio de 2009 a decir: “Señores, se terminó el dólar”, porque estamos convencidos de que esta sería una medida peor. En ese sentido claro que el dólar continuará, pero nosotros vamos a establecer un mecanismo de estudio que nos permita poder enfrentar una situación y ver si en esos cinco años se puede y para eso vamos a buscar el consenso”, le dijo González a los periodistas de El Faro.
Si se hace una lectura menos apresurada a las palabras de Funes, se dará cuenta de la perfecta sintonía que él y su partido tienen.
El detalle es que, al no prestar suficiente atención, cualquiera se embelesa con lo que Funes remarcó verbalmente: que no iba a desdolarizar. Y pasa que, como experto en el juego de palabras que es, confunde a cualquiera.
Y para mayor confirmación. Después del discurso en el Enade, Funes se fue a una conferencia de prensa. Y ante la insistencia de los periodistas acerca de su “choque” con los dirigentes, les volvió a hacer el dribling aunque siempre dejó constancia para el registro de lo siguiente: “Yo no me voy a meter a interpretar lo que él (Medardo González) dijo o quiso decir en su entrevista, lo que sí está claro es que él ha planteado que la dolarización, en opinión de él, debe respetarse al inicio de la gestión, aunque debe considerarse las posibilidades de revertirla y de poner a circular el colón al final de la gestión, por el cuarto o quinto año. No hay ningún elemento que nos permita llegar a esa conclusión. Esa es la opinión de él y no la mía, la mía es que la dolarización debe de mantenerse y mientras no cambie el entorno internacional y las condiciones nacionales, sería irresponsable de mi parte, como candidato, anticipar que se puede en un cuarto o quinto año hacer lo que dice Medardo. Ahora, ¿por qué esa diferencia de opinión? ¡Porque tenemos diagnósticos diferentes! Pero eso no complica mi candidatura.
Si se nota, la parte de que mantendrá el dólar siempre la ata a esa palabrita tan esquiva: MIENTRAS. Y eso significa muchísimo en un tema como este.
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