Ciro Granados, Periodista

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El Salvador

viernes, 12 de septiembre de 2008

Los berrinches del payaso

Fácil para que a nadie le quede duda. El continente se está dividiendo entre dos fuerzas políticas antagónicas: una de ellas liderada por Estados Unidos, la otra por Hugo Chávez.
Los hechos más recientes demuestran que ambos bloques en lugar de generar acuerdos mínimos de convivencia política se han distanciado, aunque entre ambos el foso esté lleno de petróleo.
La cadenita de acontecimientos se inicia, últimamente, en Bolivia, donde hay desórdenes y Evo Morales decide expulsar al embajador de Estados Unidos.
Al mismo tiempo que eso sucede, los precios internacionales del petróleo comienzan a descender hasta niveles "peligrosos" para las arcas de los países productores, Venezuela entre ellos como uno de los actores principales.
Justo cuando eso está llenando las portadas de los diarios del mundo --ayer mismo, antes del mediodía-- Hugo Chávez monta una cadena nacional de radio y televisión para denunciar un supuesto complot para darle golpe de Estado.
Chávez acusó a Estados Unidos de estar detrás del presunto interés de sacarlo del poder y les envió un mensaje: "No van a encontrar al mismo Hugo de 2002" (cuando salió de Miraflores durante un par de días).
Aparte, en la misma lógica de su aliado Evo Morales, el presidente venezolano expulsó al embajador de Estados Unidos.
Mientras eso sucede, el nuevo embajador de Estados Unidos en Honduras estaba a un paso de entregar credenciales al gobierno del presidente Manuel Zelaya, recién aliado de Chávez y Morales en el Alba.
Hoy por la mañana, nos damos cuenta que Estados Unidos se dispone a expulsar al embajador de Venezuela y, al mismo tiempo, se dispara el resorte en Honduras donde Mel Zelaya decide retrasar el recibimiento de las credenciales diplomáticas del representante estadounidense.
Lo que está pasando puede tornarse peor. Como Hugo Chávez ha amenazado con invadir Bolivia si sacan a Evo del poder "o a cualquier otro país de los nuestros", podría suceder que también Estados Unidos se anime a entrar en acción si Chávez entra a tierra boliviana.
Esto no sería raro si se recuerda lo que pasó cuando Iraq invadió a Kuwait.
Pero el panorama se volvería más sombrío si Estados Unidos se mete en la acción porque Venezuela le puede cortar el envío del petróleo. Venezuela es uno de los principales proveedores de los estadounidenses.
Si ese fuera el caso, Estados Unidos tendría la posibilidad de buscar otros proveedores o, tocar sus reservas estratégicas para tratar de que los precios no se vayan a las nubes por la incertidumbre de los mercados.
Otra cosa que podría suceder es que los estadounidenses se cansen del venezolano y le metan un mazazo demoledor, bajo la premisa de rescatar la democracia en ese país y que lleven a Chávez a algún tribunal, o que lo acusen de alimentar y apoyar el terrorismo y que entonces Estados Unidos nada más se está defendiendo.
Pero... si eso llegara a suceder, en el Kremlin se tendrían que tomar acciones... porque Chávez se ha vuelto el chico malcriado mimado de los rusos. No en balde es un cliente de miles de millones de dólares. Apenas esta semana llegaron a mostrarle dos bombarderos supersónicos capaces de poner a temblar a los vecinos del sur.
Entonces, si Rusia se mete para cuidar a su cliente, Estados Unidos la podría tener complicada porque abriría un frente de conflicto más. Y recordando a Tsun Tzu, distraer al enemigo en varios flancos es una gran táctica para ganar combates.
Pero si Chávez se pone al brinco, otras naciones podrían entrar al concierto de los misiles, enseñar los dientes y sacar las garras. Gran Bretaña, por ejemplo.
Al final, creo que es una rabieta más del venezolano. Evo no va a mantenerse mucho más en el poder; podría estar destinado a seguir la tradición boliviana de las sucesiones en el Ejecutivo antes que terminen los periodos.
Por su parte, Chávez no es invencible y el poder del petróleo no lo es todo. Si deja de venderle a Estados Unidos, otro cliente tendrá que buscarse, porque el dinero del oro negro le sirve para finaciar sus programas sociales y apoyar a partidos y a políticos extra fronteras.
De ahí que necesita dinero. Y Estados Unidos tiene muchísimo dinero. Porque, vamos, el hombre no es tonto... y eso de andar regalando no es para siempre.
Antes de que termine de dormirse piense: y qué pinta en todo esto El Salvador. Para darse una respuesta hay que recordar las relaciones diplomáticas, donde cada gesto y movimiento tiene un significado específico. Honduras puede ser un mequetrefe, pero es un voto en los organismos mundiales y regionales. Es un apoyo más para el movimiento chavista que va creciendo.
El Salvador podrá ser el enano del continente, pero en esta coyuntura puede tener un peso insospechado.

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