Ciro Granados, Periodista

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El Salvador

martes, 16 de septiembre de 2008

El precio de la gasolina es la mejor campaña política en El Salvador

De la forma en que el actual gobierno maneje el tema de los combustibles dependerá en gran medida el éxito que tenga en la próxima elección presidencial.
Por más que a la gente le digan que un tal Ike es el culpable del aumento de 40 centavos al galón de gasolina, todo el mundo le echará la culpa al gobierno.
Y no se la echará porque el gobierno sea el que vende los carburantes, sino porque es el que no pone orden en el sector. Porque no se comporta como protector de las grandes mayorías. Porque la gente ya se cansó de estar con la tensión de cada semana de saber si suben o no los precios.
Pero sobre todo porque nadie se cree, aunque sea cierto, que los actuales precios no tienen relación directa con el desplome del crudo en los mercados internacionales.
La gente no se lo cree por una razón: como no se es experto, la comprensión de tales movimientos económicos se ampara en lo que siempre le han dicho a la población: antes decían que la gasolina estaba cara porque el precio del petróleo iba para arriba. Ahora la gente analiza que si baja el petróleo debe también reducirse el precio en la bombas.
Pero hay algo más. La parte subjetiva. La gente ya está cansada de estar en las garras de las petroleras.
Por eso es que el tema "gasolina" será crucial en esta campaña política salvadoreña.
No hace falta ser experto para entender la conducta de la población cuando viene una fuerza política y le vende combustible más barato mientras la otra fuerza política dice que eso, a la larga, será nocivo para el país. ¡Si a la gente lo que le importa es su presente!
Además, se necesita tener mucha más información y conciencia que el común de los votantes para percatarse de que lo que hace Alba Petróleos y el FMLN al dar diésel más barato es un soberano endeudamiento público que lamentarán nuestros hijos.
Porque los cantos de sirena de los efemelenistas con eso del precio más barato es una estafa. Lo dejo sentado. Es barato porque es fiado.
Entonces ¿qué puede hacer el gobierno? Señores, no se necesitan fórmulas extraterrestres. Simple: que se ponga los pantalones. Que ponga orden en el sector. Que use las herramientas legales para decirle a su bendito y adorado "Mercado": "¡Hey Mercado, las reglas que mandan son las que yo te permito!".
Después no vayan a llorar lo que como gobierno no supieron defender.

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