Ciro Granados, Periodista

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El Salvador

miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Y qué sabe el sapo de amores!


Es indignante que los funcionarios usen la mentira para esconder sus movidas políticas. Y peor cuando usan mentiras confeccionadas para que tallen con la ignorancia de los pueblos.
Es el caso de Alba Petróleos. Ni uno de los proyectos que hasta ahora han dicho que van a hacer usando los $2 millones que les regaló PDVSA (la empresa petrolera estatal venezolana) guardan relación estrecha con la RSE (Responsabilidad Social Empresarial).
Cuando entregaron esos $2 millones a los socios de la empresa de las alcaldías del FMLN primero dijeron que era un donativo porque la empresa tiene responsabilidad social.
Falso. No era donativo. Era repartición de utilidades. Porque entre socios no se hacen donativos. Los donativos se hacen a particulares. Y mucho menos cuando uno de los socios, en este caso la alcaldesa de San Salvador, Violeta Menjívar, admitió en una entrevista de televisión que ese dinero era parte del retorno de la inversión.
Los alcaldes de Alba Petróleos intentan por varios medios de ocultar el verdadero sentido de los fondos.
Después que dijeron que era donativo, el mismo alcalde de Soyapango, Carlos García Ruiz, confesó que los $2 millones eran parte de las ganancias.
Diez días más tarde dijo que no, que era un fondo de PDVSA para RSE porque la petrolera tenía conciencia de que, por naturaleza, era una empresa contaminante.
La lógica de la RSE indica que estos fondos deben usarse para resarcir los daños que la empresa ha causado ya sea en el entorno o en la comunidad donde tiene área de influencia la empresa.
Entonces, si PDVSA tiene esos fondos para RSE porque contamina el ambiente ¿no sería lógico que se usaran para proyectos que descontaminen? Por ejemplo, programas para mejorar la calidad del aire, o de arborización, o de tratamiento de enfermedades broncopulmonares.
Pero no, el dinero se usará, de acuerdo a los mismos alcaldes, para recarpetear calles, construir parques, concreteado de pasajes de una colonia, construir una clínica, introducción de agua potable, electrificación y mejoramiento de canchas.
No mientan señores alcaldes de Alba Petróleos. Esos proyectos son cualquier cosa menos RSE; no cumplen con la lógica establecida en los conceptos de Responsabilidad Social.
No traten de engañar a la gente que ignora el tema. Mejor admitan que es dinero de Venezuela para hacer proyectos en sus comunidades con miras a ganar elecciones.

PD: Además, si la RSE dicta que los programas han de ser para las comunidades afectadas, el diésel que vende Alba Petróleos contamina más allá de las municipalidades que gobiernan los socios de la petrolera. Entonces ¿por qué no ampliar el “donativo” a todo el país?
No sean descarados.

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