Ciro Granados, Periodista

Mi foto
El Salvador

lunes, 6 de octubre de 2008

No era títere, es cómplice


El cuento de las siete cabritas tiene más que nunca gran validez en nuestro entorno electoral.
Porque la facilidad con que Mauricio Funes, el candidato de los farabundistas, ha cambiado del discurso inicial para adoptar el de los dirigentes de su partido es pasmosa.
Muchas han sido ya las veces en las que la cúpula ha salido al paso de las declaraciones del candidato que iban contra la disciplina y tradición radicales, y otras tantas las veces que Funes ha callado y no ha replicado, que lo menos que puede sentirse es sospecha.
Sospecha de que están de acuerdo en mantener dos discursos: uno para los incautos y otro para los resentidos sociales.
Al final de cuentas Funes y los dirigentes están de acuerdo.
Aquello de las moderaciones eran cachetadas de payaso porque lo que se impone es el sentimiento en común. No hay diferencia sustancial, de fondo, entre lo que quiere hacer Funes y lo que quiere hacer el FMLN. Lo único que puede ser distinto son los tiempos para hacerlo.
Aunque, por supuesto, también tratan de aprovecharse el uno del otro, algo que es normal y válido en las turbulentas y nunca bien intencionadas relaciones políticas.
Ahora bien, de regreso a lo de las siete cabritas, es impresionante la manera de mentir de Funes. Es un tipo descarado.
Ayer dijo que él nunca le ha puesto trabas a los periodistas, después de que en el informe preliminar la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exhorte a una mayor apertura al FMLN para los medios de comunicación.
Ahora Funes se hace el desentendido después de todo lo que ha hecho.
Porque ha sido él quien ha tratado de imponer agenda a los periodistas al decirles que mejor le pregunten sobre su plan de gobierno y otros aspectos y no sobre lo que los periodistas quieran.
Paradójica actitud después de la forma en que él ejercía periodismo y con la cual se ganó el capital político que ahora explota.
Aparte, el candidato de los rojos es un tipo que no responde a ciertas preguntas, sobre todo aquellas que le pueden evidenciar la falsedad del discurso que dirige a los votantes indecisos.
No ha querido, por ejemplo, decidirse sobre si Fidel Castro es o no un dictador; tampoco ha querido comentar con firmeza y profundidad sobre los ataques a la democracia que ha hecho el presidente Hugo Chávez en Venezuela.
Funes, para este último caso, se escuda en que las decisiones chavistas son soberanas. Como que se le estuviera preguntando para que Chávez las cambie.
Se le pregunta porque la gente tiene derecho a saber lo que opina un candidato que tiene fuertes posibilidades de ganar la presidencia en 2009.
Se le pregunta para que la gente se forme opinión sobre el candidato.
Se le pregunta con la misma insistencia con que él lo hacía con sus invitados. Y ahora se comporta como los que siempre criticó.
También Funes, el mismo que ahora dice que no ha obstruido el trabajo de los periodistas, es el que ha desmentido publicaciones ¡cuando incluso se han hecho públicas las grabaciones de sus palabras! Eso pasó en el tema del aborto y el apoyo a la salud sexual reproductiva, entre otros.
También tenemos grabado cuando dijo que los medios, y no ARENA, son los enemigos del FMLN. ¡Y después salió desmintiéndolo, con la desfachatez de decir que él había dicho que “parecía que los medios eran adversarios y no ARENA!
Quien escribe esto escuchó una y otra vez la grabación sobre este último aspecto, para estar seguro sobre lo que se iba a publicar, para no sacar de contexto las palabras del candidato.
Lo sigo reafirmando, Mauricio Funes dijo en Santa Ana, ante un grupo de estudiantes, que los medios son los enemigos del FMLN y no ARENA.
Claro, después de la andanada de críticas, intentó revertir su grave error.
Porque se ha vuelto experto en hacer malabares verbales para confundir. Y, cuando no puede, simplemente miente.
¿Y eso no es afectar el trabajo de los periodistas? Que trate de embaucar a otros.
Además, ¿recuerdan cuando dijo que el presidente de la ANEP, Federico Colorado, era uno de los que se beneficiaban de la corrupción para su empresa? Y que luego salió diciendo, cuando se le pidieron pruebas, de que no tenía por qué presentarlas. ¿Y eso es responsabilidad?
La forma de comportarse de Mauricio Funes en el tema de los medios es el mismo que ha hecho su partido, el FMLN, frente a tema electoralmente espinosos.
Es lo mismo que hizo Daniel Ortega en Nicaragua antes de ganar las elecciones: aplicar la guerra del silencio para no quedar en evidencia ante los votantes.
Y ha sido lo mismo, en el fondo, que ha hecho Hugo Chávez para callar las voces que critican su gobierno.
Por eso es que Mauricio Funes no es un títere del FMLN. Es su cómplice.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://i35.tinypic.com/ne9t07.jpg
http://i35.tinypic.com/ne9t07.jpg
http://i35.tinypic.com/ne9t07.jpg

 

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner