No pude menos que sentirme orgulloso de la Policía cuando me di cuenta que un grupo élite de la corporación se había agarrado a balazos con cinco delincuentes, miembros a todas luces del crimen organizado.
Y cuatro de los delincuentes murieron.
¡Qué alivio saber que decenas de personas no morirán a manos de estos criminales!
Esto es un triunfo de la sociedad que se debe reconocer. No sólo aporrear a la PNC por los desaciertos que tiene. También, como salvadoreños y ciudadanos de honor, debemos dar palmadas en la espalda cuando se lo merecen las autoridades.
Y que sigan estos operativos; porque la población ya está cansada de tanto criminal. Y es justo que, de vez en cuando, estas acciones policiales vengan a calmar un poco la incertidumbre de la gente.
Un aplauso para la PNC y los deseos de que cada vez mejores en sus acciones.
Sin embargo, siempre hay un pelo en la sopa. Y esta vez se trata de la decisión de un tribunal de apelaciones que ordena que a un borracho se le paguen 24 mil dólares después que, aparte de usar vehículos de la institución a la que pertenece, se fue a estrellas contra un muro por andar bolito y arruinó la camioneta que tenía asignada.
miércoles, 15 de octubre de 2008
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